martes, 13 de marzo de 2018

CONCLUSIÓN


CONCLUSIÓN 


El libro de los Brujos de Ilamatepeque, tiene como finalidad contribuir de manera objetiva haciendo un valioso aporte a  la cultura y al factor histórico que enriquece de manera amplia nuestra  realidad y sobre todo los hechos y acontecimientos que de una manera u otra existieron en nuestro país a través de los años.



RECURSOS LITERARIOS Y FIGURAS LITERARIAS




RECURSOS LITERARIOS

Amaya Amador nos narra una historia absolutamente verídica de dos de los muchos humildes campesinos que participaron en las batallas lideradas por Francisco Morazán en busca de la unidad de los pueblos centroamericanos.

 Cuando los hermanos Cano  regresaron a su municipio de origen quisieron contribuir con el progreso de su pueblo, en particular de la juventud, ese deseo de superación fue el motivo por el cual la “reacción inquisitorial”, encabezada por el cura, el alcalde y los notables del pueblo, los acusó, aprovechándose de la ignorancia y la superstición popular de herejes, de tener pacto con el diablo, y de haber echado una maldición de enfermedades y muerte contra el pueblo: motivos que fueron suficientes para fusilarlos.

Al escribir esta novela Amaya Amador consideró que sería de “interés para aquellos que sustentan principios revolucionarios y democráticos” y la dedicó a “la juventud de Honduras”. Esta nueva edición de Los Brujos de Ilamatepeque va dedicada para esa juventud que hoy exige un urgente cambio de rumbo en el país, luchando en las calles porque se hagan cumplir sus derechos (trabajadores, estudiantes de colegios y universidades) que han sido y aún siguen siendo pisoteados por instituciones y autoridades que mal gobiernan nuestro país.





FIGURAS LITERARIAS


Se hizo uso de la Hipérbole en el libro de Brujos de Ilamatepeque, para poder destacar de manera objetiva y sencilla, la variabilidad de lo que en verdad es una enseñanza tal como la expresada en contenido, sin embargo la idea concreta es la de poder conocer  la realidad que de manera concreta.

lunes, 12 de marzo de 2018

ARGUMENTO



ARGUMENTO

Este libro trata del retorno al puedo de ilamatepeque de los hermanos Cano; Cipriano y Doroteo Cano. Hacía ya varios años se habían ido del pueblo, ellos trabajaban con el General Morazán. A su regreso, nadie los reconocía, mas pensaban que eran un par de forasteros. cuando fueron a casa de sus padres, se dieron cuenta que ellos ya no estaban, la casa estaba en mal estado, no había nadie viviendo en ella, ellos habían muerto, cuando fueron donde su primo Pedro; él les dijo que sus padres habían muerto hace un par de años atrás.

Todos en el pueblo estaban asombrados y curiosos por el regreso de los hermanos Cano, ya que todos sabían que ellos trabajaban con el General.

PROBLEMÁTICA



PROBLEMÁTICA 

La problemática en esta obra inicio cuando los hermanos Cano quienes fueron ex soldados del gobierno federal del General Francisco Morazán decidieron regresar al municipio de Ilamatepeque, Santa Bárbara, después de un largo tiempo de estar fuera de su pueblo natal. Desde que llegaron se asombraron al ver el cambio en su pueblo que en ese momento estaba siendo gobernado por Gervacio Lazaro  (Alcalde); estaban sumamente sorprendidos al darse cuenta de que su pueblo estaba sumergido en la más grande ignorancia (retraso cultural y analfabetismo).
En el transcurso de los días los hermanos tuvieron notoriedad, los habitantes del pueblo hablaban con mucho respeto cuando se referían a ellos ya que también ayudaban a las personas recetando remedios caseros para curar sus enfermedades.  También visitaron a las autoridades del pueblo para plantear algunas propuestas que me mejorarían la vida de los habitantes, pero este hecho no fue de agrado por las autoridades del pueblo, quienes se expresaron  con inquietud ante tal proposición, ya que ellos sabían los ideales de los Canos. Los hermanos fueron acusados de alterar el orden  conservador así como también relacionarlos con brujería, al ejercer trucos que hacían con la ligereza de sus manos pero que ante los ojos de los demás era magia.

Todas estas acusaciones terminaron en un juicio en el que la forma de pagar era únicamente el fusilamiento. La ignorancia y la superstición de algunos habitantes del pueblo y de las autoridades origino que los hermanos Cano fueran condenados  a morir por el simple hecho de haber seguido los ideales Morazanistas. En su intento de sacar de la ignorancia a su pueblo les dieron muerte por la misma causa del General Morazán. La ignorancia de este pueblo repercutió en los hermanos Cano.

CRONOLOGÍA


CRONOLOGÍA 

Esta obra basada en el año de 1842 cuando Doroteo y Cipriano, conocidos como: hermanos Cano; dos campesinos morazanistas, que siendo acusados de brujos   por el régimen y la iglesia, atados al monumento de la Cruz del Perdón, fueron dilapidados hasta masacrarlos, ya que el habitante de aquel pequeño pueblo, que no les lanzara siete pedradas, correría la misma suerte.
Amaya Amador ensaya por primera vez la modalidad histórica de la novela. Su lectura tiene la virtud de trasladarnos a un hecho trágico de la historia centroamericana: la caída de la revolución morazanista y el retorno de la 'reacción inquisitorial' 



TIEMPO

  • Tiempo cronológico: la obra transcurrió de horas, días, semanas, meses, y años el tiempo fue distribuido cronológicamente como un reloj trascurso de tiempo y trascurso de la obra.
  • Tiempo histórico: La obra emerge en un estado y en un tiempo de crisis social en Honduras: de mucha desigualdad.
  • Tiempo ambiental: En ser un ambiente inhóspito no muy cálido siendo un ambiente de estante cambio frió, cálido y nubloso.
  • Tiempo gramatical: La narración de la obra al comienzo izó a lución a tiempos pasados como ser  “ellos eran soldados “también hizo un tiempo presente conforme fue la obra se izó u futuro del sistema de la desigualdad en Honduras.

MARCO HISTORICO



Marco Histórico




Los Brujos de Ilamatepeque (1958), narra el trágico sino de los dos ex soldados de Morazán que sucumben ante la ignorancia y la reacción oligárquica  del pueblo en que viven; el sometimiento forzado, la inutilidad en definitiva del gesto liberador (intento de alfabetización popular emprendido por los Cano), el planteamiento y el mensaje político- social, están plasmados rotundamente en la obra del malogrado autor de Prisión Verde. Como es lógico, el contexto de Amaya Amador, por pertenecer a ella, no supera el habitual maniqueísmo de la Novela latinoamericana tradicional; aquí no hay alternativas; el lector sabe, a través de la narración pasiva y lineal, que los hermanos Cano no poseen otra sobrenaturalidad que la imaginada por las mentes calenturientas de sus verdugos; que la verdadera causa de su muerte la constituyen sus afanes por destruir la opresión y, en gran parte, su afortunada capacidad para el amor, que la envidia e intransigencia circundantes ven como producto de aquelarres y pactos demoniacos; relatos de buenos y malos, valido sobre todo por su contenido denunciante que, en el caso de Amaya Amador es, según Longino Becerra, no una forma cualquiera de militancia revolucionaria, “sino la más apasionada e importante”.

BIOGRAFÍA: RAMON AMAYA AMADOR


BIOGRAFÍA 

Ramón Amaya Amador nació en el municipio de Olanchito, Yoro, el 29 de abril de 1916, siendo sus padres Isabel Amaya y Guillermo R. Amador. Falleciendo trágicamente en Checoslovaquia en 1966, dejando a su paso una estela de obras publicadas e inéditas.
Después de trabajar como peón en los campos bananeros de la costa norte inició su carrera de cuentista y su narración “La nochebuena del campeño Juan Blas” salió a luz pública en el número 15 de la revista ANC, órgano de la Asociación Nacional de Cronistas, editada en Tegucigalpa y correspondiente al 31 de diciembre de 1939.
Ramón Amaya Amador, narrador y periodista, es uno de los más prolíficos escritores del país y quien tiene más obras publicadas: Prisión Verde, Amanecer, El Señor de la Sierra, Los brujos de Ilamatepeque, Constructores, Destacamento Rojo, Operación Gorila, Cipotes, Con la misma herradura, Bajo el signo de la paz, El camino de mayo, Jacinta Peralta, Cuentos Completos y Biografía de un machete permaneciendo inéditos casi veinte libros más.
Ramón Amaya Amador inició su vida periodística en 1941 como redactor, primero, y como jefe de redacción, después, del periódico El Atlántico, de La Ceiba, fundado y dirigido por Ángel Moya Posas. Posteriormente, el 8 de octubre de 1943, Ramón Amaya Amador fundó en Olanchito, con Dionisio Romero Narváez, el semanario Alerta, contando con la valiosa colaboración de su compañero Pablo Magín Romero.
El escritor abandonó su patria en 1944 debido a la persecusión del cariato, radicándose en Guatemala, en donde trabajó como editorialista de Nuestro Diario, durante el régimen democrático del doctor Juan José Arévalo, entregando también sus colaboraciones al Diario de Centro América, El Popular Progresista y Mediodía. A la caída del gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán, nuestro compatriota se asiló en la sede de la Embajada Argentina, viajando a aquella nación del sur. En Buenos Aires laboró en la editorial “Ariel” y en Sarmiento, un periódico de educación popular, editado en la ciudad de Córdoba.
El 19 de mayo de 1957, Ramón Amaya Amador retornó a Honduras, acompañado de su esposa Regina Arminda Funes, originaria de Córdoba, Argentina; en ese año ingresó a la redacción del diario El Cronista, de Alejandro Valladares, y fundó en Tegucigalpa, con Luis Manuel Zúniga, la revista Vistazo.
El Círculo Literario Hondureño le rindió un homenaje en el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma en Tegucigalpa el 11 de noviembre de 1958, interviniendo en el acto el rector Lisandro Gálvez y los estudiantes universitarios Rafael Leiva Vivas, J. Delmer Urbizo y Oscar Acosta.
En esa oportunidad, Ramón Amaya Amador leyó un extenso discurso de agradecimiento en el que afirmaba que era la primera vez que en su patria recibía una honrosa distinción por sus trabajos en las letras y en la cultura. Este documento puede considerarse como su testamento literario.
El 19 de abril de 1959 abandonó Tegucigalpa junto a su esposa Arminda y sus pequeños hijos: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, para radicarse en Praga, Checoslovaquia, integrando la plana de redacción de la revista Problemas de la Paz y el Socialismo.
El 24 de noviembre de 1966, en las cercanías de Bratislava, se accidentó el avión soviético Ilushyn-18, de la línea aérea búlgara Tabso, pereciendo todos sus ocupantes, entre ellos Ramón Amaya Amador y tres compañeros de trabajo en la revista que hemos mencionado: el brasileño Pedro Motta Lima, el argentino Alberto Ferrari y el japonés Sigho Kadzito.
Once años después y tras arduas gestiones iniciadas por el poeta hondureño Oscar Acosta (en ese entonces Embajador de Honduras en España) y que duraron cuatro años, se logró la repatriación de los restos mortales de Ramón Amaya Amador los que fueron enviados de Checoslovaquia a Madrid y luego trasladados a Tegucigalpa en septiembre de 1977, permaneciendo la urna con las cenizas de Amaya Amador en la Sección Colección Hondureña de la Biblioteca de la UNAH.
La comisión encargada del traslado estaba integrada por Oscar Acosta; Rigoberto Paredes, Jefe del Departamento de Letras y Lenguas de la Universidad Nacional de Autónoma de Honduras; Héctor Hernández, Presidente del Sindicato de Trabajadores de la UNAH; Alejandro Gutiérrez, Secretario General de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras, y Livio Ramírez Lozano, Agregado Cultural de la Embajada de Honduras en Madrid.
Sin embargo, la repatriación de los restos no impidió que durante casi una década más, sus obras fueran perseguidas. Debieron transcurrir otros catorce años para que el archivo principal con las obras inéditas de Ramón Amaya Amador escritas en su largo exilio pudiera regresar a Honduras.
En abril de 1991, en un acto solemne en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el Presidente de la República, Lic. Rafaél Leonardo Callejas, recibió a nombre del pueblo de Honduras, más de veinte títulos inéditos que fueron repatriados desde la Casa de las Américas, La Habana, Cuba a donde fueron llevados desde Praga, Checoslovaquia.
Esta vez las gestiones iniciadas por Carlos Amaya Fúnez, hijo del escritor, fueron respaldadas por una comisión integrada por Oswaldo Martínez y Neptalí Orellana de Radio Progreso, Juan Ramón Durán, Director de la Escuela de Periodismo de la UNAH, David Romero de Diario Tiempo, Adelma Argueta, Diario La Prensa y el Dr. Víctor Ramos; quienes lograron el apoyo del gobierno de la República para agilizar y facilitar el traslado de las obras.
Ocho años después, y treinta y dos después de muerto, su pueblo y su gente se movilizaron para llevar a su definitiva morada las cenizas del notable escritor de Olanchito.
Una comisión de olanchitos presidida por el Prof. Esaú Juárez González e integrada por el Prof. Fabio Bernardino Cárcamo, Director de la Casa de la Cultura de Olanchito, Juan Carlos Medina, Vicepresidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Company; José Luis Bardales Cano; Rony Javier Cruz; Gustavo Sosa Martínez; Fernando Mac Lean; Geovana Spears; Santiago Manzanares; Raúl Cortes y Eduardo Manuel Cruz Martínez; organizó el retorno que tuvo lugar el 19 de mayo de 1999.
Desde 1966 se ha escrito mucho sobre la vida y obra de Ramón Amaya Amador, entre los que podemos mencionar a Dionisio Romero Narváez, el Prólogo de Longino Becerra aparecido en la 2ª edición de Prisión Verde, el ensayo biográfico de Max Sorto Batres, publicado por el Ministerio de Cultura y Turismo en 1990, y la extensa y documentada biografía realizada por su paisano Juan Ramón Martínez, que apareció bajo el sello de la Editorial Universitaria de la UNAH en 1995.

Educado en la ciudad de La Ceiba comenzó su obra y aprendizaje trabajando en unas plantaciones bananeras ubicadas en la ceiba

En 1941 comenzó una etapa como periodista, empleándose en el periódico El Atlántico de La Ceiba. Comenzó como redactor, escalando rápidamente hasta llegar a ser editor periodístico. En octubre de 1943 fundó una revista semanaria en la ciudad de Olanchito, llamada Alerta.

En 1944, escapando de persecución política, huyó buscando exilio en Guatemala, país que lo acoge por los siguientes diez años. Trabajó en el periódico Nuestro Diario y prestó colaboración en El Popular Progresista, Mediodía y Diario de Centroamérica. Tras el derrocamiento del presidente Jacobo Arbenz, buscó asilo en la embajada de Argentina para posteriormente migrar hacia este país, donde se radicó en la ciudad de Córdoba y trabajó para la editorial Sarmiento, es en esta ciudad donde conoció a Regina Arminda Fúnez con quien se casaría el 19 de enero de 1957.

En mayo de 1957 regresó a Honduras, donde comenzó a trabajar para el periódico El Cronista y fundó la revista Vistazo en Tegucigalpa.

En abril de 1959 abandona de nuevo el país junto con su esposa y sus dos hijos: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, radicándose en Checoslovaquia. Tomó residencia en la ciudad de Praga, donde trabajó para una revista llamada "Problems of Peace and Socialism".

Falleció durante un accidente de aviación durante el vuelo TABSO LZ101 ocurrido el 24 de noviembre de 1966, acaecido en las cercanías de la ciudad de Bratislava, Eslovaquia.1​
En septiembre de 1977 los restos de Ramón Amaya Amador finalmente fueron repatriados y regresaron a la ciudad de Tegucigalpa (M.D.C.). Su viuda Regina Arminda Fúnez, fallecería en la República Argentina en 2007.

Amaya Amador es uno de los más importantes escritores de Honduras. Plasmó en sus novelas los grandes conflictos de su época, así como su absoluta solidaridad e identificación con los intereses de los más pobres de su tierra. Actitud que le acarreó, tanto al escritor como a sus obras, la persecución por parte de gobiernos y empresas bananeras no sólo durante la mayor parte de su vida sino también después de muerto.

Su producción literaria incluye más de treinta obras entre novelas, cuentos, ensayos, poesía y teatro. Varias de las cuales han sido traducidas al alemán, checoslovaco, chino, ruso y recientemente al inglés.

Sus novelas Prisión Verde, Cipotes, Los Brujos de Ilamatepeque y Jacienta Peralta, son los libros más leídos de Honduras. Mientras que Destacamento Rojo es fuente permanente de consulta de reconocidos historiadores hondureños.

Entre sus obras re editadas recientemente se encuentran: Operación Gorila y El Señor de la Sierra. Sin embargo, permanecen inéditos aún más de dieciocho títulos entre los cuales se destaca Morazaneida, novela histórica en cinco tomos sobre la vida del héroe centroamericano, Francisco Morazán, escrita por Amaya Amador en 1966 pocos meses antes de su muerte.


Analisis del Libro: “Los Brujos de Ilamatepeque" -Ramón Amaya Amador



El proposito del siguiente blog, es para proveer un analisis literario de la novela "Los Brujos de Ilamatepeque" del escritor y periodista Ramón Amaya Amador, este ensaya por primera vez la modalidad histórica en las novelas literarias. Este libro en especial nos traslada a un hecho trágico de la historia centroamericana: la caída de la revolución morazanista y el retorno de la 'reacción inquisitorial' a nuestros países, cuyas sombras espesas aún hacen sentir sus efectos paralizantes. Este libro nos relata la historia de los hermanos Cano que después de pertenecer al ejercito del General Francisco Morazán regresan a su pueblo y lo encuentran en un estado de ignorancia que ellos pretenden cambiar sin embargo su conocimiento es dejado ver como producto de hechicería por la gente importante del pueblo yaqué ven en la educación de su pueblo una amenaza a sus intereses hasta el punto que el mismo pueblo termina matándolos. 



Análisis
La Novela Los brujos de Ilamatepeque es basada en una Leyenda Hondureña, el planteamiento cultural - socialista folklórico y el mensaje político- social, están plasmados rotundamente de principio a fin en la obra, esta Novela es una de tantas de la historia de Centroamérica y pasa hacer parte de las Obras literarias latinoamericanas tradicionales; el lector se envuelve cada vez más a través de la narración pasiva y lineal que esta posee, la acción de los hechos es violenta, muy lenta, sorprendente, apasionada, y combativa. Lo que llama la atención es la causa de la muerte de los hermanos, sabiendo ellos su futuro no dieron marcha atrás a sus afanes por destruir la opresión y, en gran parte, por la lucha de seguir un gran amor.
El lenguaje utilizado es de nivel Vulgar y Folklórico popular. Se hace un uso excesivo de metáforas y comparaciones exageradas, los hermanos Cano no poseen otra sobrenaturalidad que la imaginada por las mentes de sus verdugos.
Lo que realmente llama la atención de esta obra es la sencillez en que esta redactada, el papel de los personajes, el como logro unir una leyenda, una historia y un hecho real político, y que esta a su vez no perdiera la idea principal que seria la de entretener.
plasmados rotundamente de principio a fin en la obra, esta Novela es una de tantas de la historia de Centroamérica y pasa hacer parte de las Obras literarias latinoamericanas tradicionales; el lector se envuelve cada vez más a través de la narración pasiva y lineal que esta posee, la acción de los hechos es violenta, muy lenta, sorprendente, apasionada, y combativa. Lo que llama la atención es la causa de la muerte de los hermanos, sabiendo ellos su futuro no dieron marcha atrás a sus afanes por destruir la opresión y, en gran parte, por la lucha de seguir un gran amor.
El lenguaje utilizado es de nivel Vulgar y Folklórico popular. Se hace un uso excesivo de metáforas y comparaciones exageradas.